Cerré la puerta y partí bajo la lluvia. Helaba.
Venía el colectivo y lo corrí. Era un 59 ramal/La Lucila y estaba lleno. Como siempre.
-Hasta Florida.
Empujo otra humanidad dentro de la muchedumbre. Una señora me pregunta:
-¿Demorará mucho?
-No sé.
Trompetas.
Nevaba y oí cuatro caballos.
Alejandro Ferreyra
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